Tuesday, November 29, 2005

Retomando Ritmo y Rumbo

¡Se acabó!, no puedo continuar así, nunca seré un parasito de la sociedad, un día tendré una familia, una casa y un buen sueldo, les daré a mis hijos lo que no tuve, ellos podrán estudiar siendo esa su mayor responsabilidad, Pero debo empezar conmigo y es ahora. ¡Basta!, a partir de hoy voy a cambiar, me voy a preparar y trabajaré, voy aprender lo más que pueda, en cuanto empiece a ganar dinero me reinscribiré en la escuela y si no es posible, seré autodidacta.

Sentí el impulso, de demostrarme a mismo, a mi papá y a la sociedad en general que yo podía triunfar, Sentí la necesidad urgente de salir de la capsula asfixiante en que vivía, decidí tomar el timón de mi vida y dejar de llevarme hacia donde el viento soplaba.

Supe de un trabajo en un establo en la colonia “El Chamizal”, me presenté con el dueño que al verme dudó, dadas mis características físicas.- ¿ A poco tu eres vaquero?.- Nunca he trabajado de vaquero, pero conozco el trabajo, mi papá tiene ganado y desde niño aprendí el trabajo.- Contesté con seguridad, si gusta puede hacerme una prueba.- Me indicó que vaca debería ordeñar, con la condición de que debería espumar la leche.- La prueba no fue fácil, la vaca era “especial”, las tetas eran muy delgadas y cortas y los conductos eran reducidos, en consecuencia era necesario apretar fuerte para sacar la leche..- Muy bien, veo que sabes ordeñar.- El trabajo consiste en ordeñar 20 vacas tarde y mañana y son las de mayor producción, todas dan más de una cubeta por la mañana y una cubeta o un poco menos por la tarde. Tú sabes que deben ser bien ordeñadas, de lo contrario se enferman de mastitis (fiebre de leche).

Acepté de inmediato, no dejaría ir la oportunidad de iniciar con mi meta. El pago sería de $900.00 pesos semanales, debería iniciar el trabajo por las mañanas a las 2:00 am., y por la tardes a las 2:00 pm. Me levantaba a la 1:30 am., para llegar puntual, atravesaba montado en mi bicicleta el viejo puente de madera del río de los remedios, que para ese entonces pasaba con muy poca agua.

Pronto el efecto del trabajo se reflejó, mis brazos se inflamaban provocando fuertes dolores musculares, seis de los dedos de las manos, del índice al anular, se me lastimaron a los lados de las uñas llegando a infectarse y segregar pus con sangre (uñeros). Como consecuencia la fiebre no me dejaba descansar las horas que hubiera querido.

Pilar me cuidaba, me atendía y mimaba, antes de salir a su trabajo, hervía agua con sal para que metiera las manos, luego humedecía trapos para colocarlos en mis brazos.

En el trabajo, mis condiciones provocaban la burla silenciosa entre los otros trabajadores, que veían como me quedaba rezagado. ¡Estaba decido!, ese no sería un trabajo permanente, pero sí un trampolín para impulsarme y debería continuar.

Se agravó la situación, supongo que el constante roce del banco por las horas que debería estar sentado para ordeñar, provocó que me saliera un absceso en una nalga, al que de momento no le di importancia, sólo me sentaba de lado, aunado a esto, lavando una cubeta me proporcioné un machucón en el dedo medio de la mano derecha, quedando literalmente sin uña, pero así debería continuar ordeñando. ¡No!, jamás desistiría por esas razones.

Mis manos se fueron adaptando, la nalga después de un fuerte tallón al bañarme estalló el absceso saliendo una cochinada, dejando un “crater”, unas inyecciones y una pomada para rellenar el hueco y cicatrizó la herida. Unas semanas más tarde, era el primero en terminar el trabajo, claro, regresando las burlas recibidas anteriormente por parte de mis compañeros.

Me enteré que en unos laboratorios estaban requiriendo personal, se trataba de los laboratorios “Dana”. S.A. de C.V., presenté la solicitud y fui aceptado. El salario no era más que el que devengaba en el establo, pero tendría algunas prestaciones de ley y sobretodo, pensaba en la oportunidad que podría tener para escalar puestos.

Tenía que tomar una decisión, aún trabajaba en el establo y mi trabajo era reconocido, pero no sería vaquero toda mi vida. Sin embargo, el salario era “mejor”, sin considerar prestaciones, que el ofrecido en los laboratorios. Me presenté con el Sr. Macias, dueño del establo.- Señor, creo que mi trabajo ha sido satisfactorio, me gustaría ganar un poco más.- Por el momento no puedo pagarte más, si te interesa puedes seguir trabajando, si no, tú decide.- Debido a la manera poco sensible y sumado la inquietud que ya tenía, también le conteste en el mismo orden. - Entonces hasta el próximo sábado trabajo, para que busque quien me va a reemplazar.

El lunes siguiente me presenté en los laboratorios, fui asignado en la oficina de desodorantes como ayudante general. ¡Tenía hambre de triunfo!, en esa primer semana aprendí lo que debería hacer; y propuse unos pequeños cambios para mejorar la producción. No se si a eso obedeció el que fuera promovido a jefe de oficina; a los siete días de mi ingreso, la duda es, porque sólo habíamos dos hombres en el área, el resto eran mujeres.

Sentí especial motivación, aunque el incremento en el sueldo era mínimo ya tenía 8 personas bajo mi responsabilidad.

Seguía acudiendo al café, aunque no con la misma frecuencia, mi aspecto físico era diferente, aunque mi conducta seguía siendo la misma, ya era considerado “camello”(trabajador), quizá muchos de los que ahí se reunían, usaban el sobre nombre de forma despectiva, pero para mí, era motivo de orgullo. Varias veces, platicando con algunos muchachos que eran obreros, los veía con admiración y respeto, porque ya trabajaban en alguna empresa.

Una mañana, al abrir la puerta de la oficina, a una señora compañera de trabajo, se le ocurrió hacerme la broma de que me iba a agarrar …entre las piernas, provocando las risas de todas las demás, dada mi reacción instintiva de hacerme hacía atrás. Ya recuperado inicié mi discurso.- Esto es una falta de respeto para todas ustedes, para la empresa y para mí, no es posible que usted siendo toda una señora, se atreva a estas bromas.- No fue nada muchachito, es sólo una pequeña broma.- Me contestó la bromista, mientras el resto se reincorporaba a sus actividades.- No puedo ni debo tolerar estas bromas, así que hablaré con el jefe de piso para que deje de trabajar aquí..- Salí muy molesto a buscar al Jefe de piso, mientras ella se quedó riendo.- Ingeniero, al entrar a la oficina…., por lo que le pido que la señora sea despedida.- No, no puedo despedirla, es una buena trabajadora, mejor porque no te la llevas a dar la vuelta, seguro es lo que quiere.- No me interesa salir con ella, creo que “ en donde se come, no se defeca”, si ella no puede ser despedida, entonces me voy yo.- Como quieras.-, fue su respuesta.

Renuncié, de forma inesperada, no tenía otra opción para continuar trabajando, por lo que, nuevamente a buscar una oportunidad.

Por esas fechas, se presentó una convocatoria para concursar con cuento y poesía, el tema era la navidad y había varios premios para los ganadores. Me decidí y preparé y competí en las dos modalidades, el cuento se tituló “Mary y Chepe”, era la vida de Jesús y María llevada a una época actual, los puse a bailar salsa y demás. La poesía fue la siguiente:

A TI PUEBLO

Injusticia, desintegración y guerras
Hambre, drogas y ambición sin límite
Humanidad que busca en las estrellas
Olvidando de cristo su mensaje

Me atrevo a decir estas palabras
porque soy parte de ti mismo
quisiera saber como explicarlas
temo hacer más hondo nuestro abismo

Abismo que todos hemos hecho
tumba de nuestro cuerpo y alma
Olvidando tan solo un sentimiento
que daría la paz...la calma

¡Es el amor querido pueblo!
Su aniversario hoy festejamos
Aunque siempre debería serlo,
pero siempre lo ignoramos

El amor te brinda paz
Y la paz tranquilidad
A un tiempo la armonía
con toda la humanidad

¿Recuerdan?, en estas fechas,
hace mucho, mucho tiempo
vino de entre las estrellas
a un mar de sufrimiento

Era un niñito divino
que naciera en un pesebre
vino a mostrar el camino
a toda ésta su gente


Lo abrigaron animales,
lo adoraron los pastores
¡Hasta reyes acudieron
a brindarle sus honores!

Mas después de algunos años
sin motivo y sin razón
el pueblo lo sentenciaba
rompiéndole el corazón

Su falta a quien importaba
bañándose con su sangre
nuestros pecados lavaba
viendo llorar a su madre

De quien hablo es de cristo
¡Qué gran falta cometió!
Su falta...haber dado amor
Y por amor el murió.


Obtuve 2º y cuarto lugares, lo que redituó en premios otorgados por el patrocinador “Banobras”. Con algunos bonos recibidos adquirí algo de ropa.


Continuaba escribiendo, aunque no le daba mayor importancia, principalmente lo hacía para desahogar lo que de pronto sentía, por lo que mucho de lo escrito, simplemente lo deseche una vez cumplió su propósito.

Pero bueno, debería encontrar un trabajo lo más pronto posible. Llegó la oportunidad, entré a trabajar a Cigarros Tabacalera Mexicana (CIGATAM).

Fui contratado como ayudante general, en el área de Gerencia de Ingeniería, las actividades que me encomendaron fueron el abastecer de materiales a los maestros oficiales, entre los que había: paileros, soldadores y mecánicos aparatistas. Se presentaron dos Coincidencias que serían importantes en mi desarrollo dentro de la empresa. Un día antes el supervisor del área se había despedido y otra, no había en existencia overoles de obrero. Aproveche estas circunstancias, tomé las tarjetas de las órdenes de trabajo y comencé a controlarlas, al personal no le pareció extraño, ya que yo vestía como cualquier supervisor, con ropa de calle. Hable con el jefe del área, El Sr. Hernán Cervera Pacheco, un hombre maduro; y de los pocos que he considerado a la fecha como “Enciclopedia Ambulante”, Le dije que yo podía desempeñar algunas otras actividades además de las que me habían asignado, le pareció que mi actitud era muy positiva y me autorizó a continuar. Él, frecuentemente tenía la necesidad de viajar a Toluca o a Zapopan Jalisco, para atender las otras fábricas, por lo que poco después yo me encargaba de asignar tareas e inclusive autorizar tiempo extra en su caso.

Había optado por no bromear con nadie, mi actitud era fría, ni con el mejor de los chistes sonreía ante mis compañeros. Aunque muchas veces a solas me carcajeara recordando sus chistes y ocurrencias. Solicité apoyo a “mi equipo de trabajo” para acondicionar un almacén de herramientas y refacciones en el que monté mi oficina, utilizando un viejo escritorio de madera. El personal me obedecía sin mayor problema, en unos meses ya había ascendido varios niveles y con esto mi ingreso mejoraba. Sucedió que, ¡llegó la remesa de los overoles!, al hacerme entrega, me indicaron que a partir del día siguiente debería portarlo. Los compañeros al verme quedaron sorprendidos, ¿Y ahora que? , ¿Por qué de overol?.- Me limitaba a contestar.- Porque hasta ayer me lo dieron.- ¿Entonces no es supervisor?.- No, pero voy a seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, son las instrucciones del Sr. Cervera.

Algunos se mostraron conformes, pero obviamente no faltó a quienes no les pareciera, pensando que les había “tomado el pelo” (engañado). El maestro Elias, un mecánico aparatista fue quien derramó el vaso. Trabajaba en una tolva cuando me presenté para darle algunas indicaciones.- No me vengas a Chin… la madre, tu no eres mi jefe y en adelante no te voy hacer caso.- Maestro, yo le voy a seguir dando instrucciones porque ese es mi trabajo, si no está de acuerdo platíquelo con el Jefe, en cuanto a la mentada, usted también vaya a ching… a la suya; y si quiere también en ese plano nos podemos arreglar, saliendo de la fábrica.- Se incorporó amenazante con el marro en la mano, de inmediato me armé con un pedazo de tubo, todo quedó en amenaza, intervinieron algunos compañeros que presenciaban el problema.

En la primera oportunidad, hablé del incidente con el Sr,.Cervera. Convocó a una reunión con el personal del área y dejó en claro cuales eran mis funciones, diciendo entre otras cosas.- “Cuando no estoy yo, Héctor es mi dedo chiquito, si alguien no está de acuerdo dígalo ahora”.- Nadie dijo nada, y él continuó.-“Si me entero que uno de ustedes le faltó al respeto, considérese de patitas en la calle”. El ambiente laboral en breve volvió a su normalidad, al menos dentro del área de Gerencia de ingeniería.

Algunos compañeros, ya tenían hasta dos años de antigüedad, éramos considerados como “eventuales fijos”, una modalidad fuera de la ley, un abuso de la empresa. Nos suspendían por tres días una vez concluido el contrato y después nos contrataban nuevamente. No teníamos ningún derecho, excepto el seguro social, el sindicato nos desconocía como parte de la fuerza laboral.

Ante estas condiciones, me propuse a hacer algo, lo primero fue integrarme al grupo de personas, que saliendo de trabajar, principalmente los días sábados (de pago), iban a tomar cerveza con la “Tere”, permitiéndome conocer en un ambiente distinto a algunos compañeros; e identificar quienes pudieran compartir mis ideales. Una vez que “seleccione”, nos reuníamos fuera de la empresa para comentar nuestras inquietudes. Se logró conformar un buen “equipo”, básicamente porque el la selección había tenido cuidado de conocerlos tanto en el trabajo, siendo gente muy capaz y con una antigüedad mayor a un año.

A dos días de estallar la “huelga”, que realmente no procedía como tal, pero sería un golpe para la empresa, “gracias” a un chismoso, el sindicato se adelantó citando a por lo menos el 50% del personal inconforme y les otorgó la base. Desde luego, yo no fui invitado a la repartición de ese glorioso sábado.

El lunes siguiente, me disponía a marcar la hora de entrada iban a dar las 6:00 am y ¡sorpresa!, el Licenciado Diaz-Walls Figueroa, Gerente de Relaciones Industriales, me esperaba con mi tarjeta de control en mano, la sorpresa se debía a que él generalmente entraba a las 9:00am. .- Buenos días, ¿el Sr. Héctor Gerardo Pérez?.- Sí soy yo.- dije aún más sorprendido, consciente que habíamos más de 1,500 obreros ¡sabe mi nombre!- Pase por favor a mi oficina, necesito hablar con usted.- Me senté frente al escritorio, me imaginaba el asunto del que se trataba, comenzó diciendo.- La razón de invitarlo a mi oficina es para notificarle; que en dos ocasiones ha llegado después de la hora de entrada, por lo que tengo que darlo de baja.- Debo aclarar que normalmente, cuando a algún trabajador se le notificaba de la baja, quien se encargaba invariablemente era uno de los auxiliares de personal, por lo que vislumbré que algo estaba pasando, y mi respuesta fue .- Usted tiene el poder para hacerlo, me llama la atención que lo haga de forma personal, también me llama la atención que se preocupe por dos retardos de un minuto cada uno, cuando no se ha percatado de mi desempeño en la empresa, pero si ya está decidido yo que pudo hacer, al menos en este momento, diciendo la última frase mostrando una sonrisa y encogiendo los hombros..- Usted sabe, que el personal eventual no tiene ningún derecho y con un solo retardo aunque sea de un minuto es dado de baja.- Sí, lo se y no lo considero nada justo, inclusive si es como lo dice, ¿porque no me dieron de baja cuando presenté el primer retardo?, no sería porque, aún siendo eventual estoy desempeñando un puesto de mayor responsabilidad e inclusive autorizando cuando es necesario que el personal laboré tiempo extra.- Hizo un gesto de incredulidad, arrugando la frente.- Si no está enterado, puede revisar los documentos, ahí están las pruebas.- Bueno, de hecho estoy enterado de su actuación dentro de la empresa, pero me llama la atención la manera en que se comporta con sus compañeros, lo he observado y siento como que siempre le molesta algo.- No, no es malestar, simplemente considero necesario comportarme como lo hago, debido a la responsabilidad que me han conferido y las características de mis compañeros, pudiendo confundir un trato diferente con “manga ancha” (relajamiento).

Una ¡sorpresa! mayor.- ¿Y dentro de la empresa, en que área le gustaría trabajar?.- Por un momento guardé silencio, me pregunté si no estaría soñando, ya que primero me estaba corriendo y luego me preguntaba; a manera de invitación, en donde me gustaría trabajar, le contesté sin pensarlo más.- En la de usted.- Si está de acuerdo, a partir de mañana se presenta a las 8:00 am. a firmar el contrato y la base como personal de confianza, el puesto es auxiliar de personal y significa un incremento del 40% sobre el sueldo que tiene actualmente.- No brinque de gusto porque no era correcto, pero ganas no me faltaban.- Ese día no trabajé y tampoco fui a la escuela, en la que unos meses antes me había inscrito y tomaba clases de 5:00 pm a 10:00 pm, llegué directamente a la casa, le platiqué a Pilar lo que había sucedido y me felicitó. Por la noche, a pesar de mi alegría, sentí que algo no estaba bien, los compañeros me tomarían con “líder charro”, (traicionero) por lo que decidí convocar a los de mi mayor confianza el mismo lunes por la tarde, les dije de mi nuevo puesto y remarqué; que las “bases” otorgadas ya habían sido un triunfo, que jamás estaría de acuerdo con las injusticias y que cada uno desde “sus trincheras” deberíamos continuar con nuestros ideales. Finalmente, que seguiríamos siendo amigos y compañeros de un objetivo en común.

Mi desempeño como auxiliar de personal, me permitió ascender algunos niveles en la estructura orgánica, ahorré para comprar otro coche, desde luego otro V.W. que utilizaba para ir al trabajo y otras salidas con algunas “Amiguitas”, ya que no sentía mayor compromiso con Pilar, de acuerdo con lo establecido en la relación. Aunque es preciso señalar, que existía un sentimiento especial y un compromiso moral, ella siempre fue una buena mujer. Muchas veces mi conducta era con la intención de evitar llegará a enamorarse.

Estaba lejos de aquel muchacho desarrapado, Vestía formal, casi siempre de corbata y saco, zapatos limpios y corte de cabello adecuado para ese entonces.

Continuaba “hambriento” pero ahora de conocimientos, Sin embargo, la promoción en el trabajo, dado el nuevo horario, incidió en el de la escuela. No podía tener todo, algo debería sacrificar.- No obstante, dedicaba mucho tiempo a leer, generalmente llegando de trabajar, por ese entonces; todo lo relacionado con la administración de empresas.

Con cierta frecuencia, salía a divertirme a la zona rosa, con un grupo compañeros de oficina, los lugares que visitábamos eran de un estatus nuevo para mí y disfrutaba al máximo el verme en esas condiciones.

Un viernes por la noche, pagaba a los trabajadores del tercer turno, recibí una llamada muy sugestiva.- ¿Sabes? , quise llamarte porque he estado pensando en ti.- ¿Quién habla? – Pregunté muy galante .- Una admiradora secreta, no te voy a decir mi nombre, sólo quiero decirte, que estoy saliendo de bañarme, estoy totalmente desnuda y pensando en ti me estoy tocando.- estaba escuchando sin interrumpir, cuando.- Que ¿no hay quien pague?- dijo un trabajador un tanto molesto.- Permíteme, tengo que seguir pagando, dije en la bocina, dejando el teléfono sobre el escritorio.-Ya había una fila de compañeros esperando su pago, cuando terminé de atenderlos, regresé al teléfono para retomar la inquietante charla, pero ya había colgado.

Me preguntaba una y muchas veces ¿Quién pude haber sido?, comencé a hacer un repaso de las compañeras, tomando en cuenta la forma en que me trataban y sentía me veían, fui descartando una a una, hasta que deduje, la posibilidad está entre dos y el lunes tengo que descubrirla.

Seguramente, consciente de que no me dijo su nombre y para continuar su “juego”, se presentará a saludarme normal, eran mis pensamientos el lunes por la mañana. ¡No me equivoqué!, Blanca, una muchacha alta, delgada y no muy guapa, fue la primera en acudir a mi lugar a saludarme. Fui directo para sorprenderla y averiguar si se trataba de la chica de la llamada, en lugar de “buenos días”, le dije.- ¿Porqué colgaste tan pronto?.- su reacción fue inmediata, hacía honor a su nombre, era blanca, pero se puso de un color rojo, evidentemente confundida - ¿Cómo supiste que era yo?, ¡que pena!.- No, no sabía, pero ahora si lo se, pero no te apenes no hay problema, para otra ocasión me invitas para que te ayude.- Ante mi comentario fue recuperando su color y.- Si gustas hoy mismo, me dijo a quemarropa.- Quedamos de acuerdo, ella salía más temprano de trabajar, por lo que yo la alcanzaría más tarde en un lugar que ella escogió.

Mi lema siempre era no tener “nada que ver” con compañeras de trabajo, pero ante la muy particular manera en que se presentó la ocasión, me concedí permiso, haciendo una excepción. Acudí a la cita, realmente no fue muy de mi agrado, ella era muy alocada y confirmé que no era guapa y tampoco en otro aspecto resultó de mi agrado, por lo que fue debut y despedida.

Había dos mujeres maduras en el área de elaboración de cigarros, Dalila y “La pera” (Esperanza), el ambiente entre obreros es fuerte y muchas veces vulgar, ellas con cierta frecuencia llegaban a mi lugar; con el pretexto de tratar algún asunto de trabajo, pero a la menor oportunidad decían.- ¿Entonces que güerito, cuando nos comemos eso?.- Sabía que no pasaba más, que se trataba de un simple “piropo” mal hecho, pero me mantenía serio.- ¿Qué paso, no vengan a apenarme?.- Con mis respuestas siempre evasivas, ellas entendían que no me interesaba salir con ellas. Sabía que ellas si se atrevían. Inclusive me llegué a enterar, que contaban con un amigo que tomaba nota de los muchachos mientras estaban bañándose, para luego decirles sobre sus medidas, que imagino, no fui la excepción.

La convivencia en la casa era buena, Vero, una niña aparte de bonita muy agradable, para entonces me decía papá y yo llegué a encariñarme de ella. Pilar, soportaba mis frecuentes desvanes e inasistencias a dormir. Continuaba siendo amable y atenta conmigo. Me daba cuenta que ella se encariñaba cada día más, y contrario a corresponder a su conducta, me portaba menos bien, creyendo que de esa manera restaría su sentimiento hacia mí.


Una mañana de un fin de semana del mes de septiembre de 1978, recibí una noticia que marcaría el resto de mi vida, Pilar y yo habíamos terminado de almorzar.- Amor, tengo que decirte algo.- Por la forma en que comenzó a hablar me puso en alerta.- Sí ¿Qué pasa?.- ¡Estoy embarazada!.- No, no puede ser…no creo, ya te hiciste la prueba.- Dije confundido.- Si, estoy segura, por eso es que te lo estoy diciendo.- ¿Pero, como?, si tu dijiste que eras estéril parcialmente y requerías de un tratamiento.- Pues sí, llevé a cabo el tratamiento y tengo casi cuatro meses de embarazo.- Entonces, ¿ya no es posible hacer nada?.- Dije, sin saber que otra cosa decir, Ni siquiera pensando en alguna alternativa, simplemente por la gran sorpresa y confusión.- No, y yo voy a tener a mi hijo, estés o no de acuerdo, así que tú toma la decisión que quieras-. En ese momento no supe decir nada. Me sentí traicionado, pero no era capaz de reclamarle, bastaba recordar mi forma de proceder, que una mezcla de sentimientos se apoderaron de mí. Ella siempre había sido muy buena persona, su error era haberse enamorado de una persona más de 12 años menor, con muchos sueños por vivir. Por otra parte, me sabía culpable por tantas faltas cometidas, sentía que yo también en diferentes ocasiones había defraudado su confianza, aunque en otra forma, estando con otras mujeres.

Le tenía cariño y una gran gratitud por el apoyo y amor recibido, creí que no era el mejor momento para dejarla sola. Estaría pendiente cuando ella me necesitara, principalmente respecto al nacimiento de mi hijo, le daría mis apellidos y después seguiría mi camino.

En estas circunstancias, un 4 de octubre de 1978, escribí lo siguiente:

¿ Como?

¿Cuántas veces he pensado
En el fruto que vendrá?
¿Cuántas otras preguntado
Si feliz será en realidad?

Esta idea me atormenta
Y me exige a meditar
Pues quizá mi hijo sufra
Al comprender la verdad

La verdad de su existencia
La verdad de la maldad
Lo podrido de este mundo
Y la falsa sociedad

¿Cómo mostrarle el camino
De dicha y felicidad?
¿Cómo decirle a mi niño?
Esto es el bien y el mal

Le diré que hay cosas buenas
Y que malas hay también
Que con el paso del tiempo
Él las podrá comprender

Que la meta sólo es una
Y caminos muchos más
Y un común objetivo
Y este es, vivir en paz

Una de mis normas, siempre había sido no tener relaciones sexuales con muchachas que decían ser aún “vírgenes”, mi reflexión se basaba en dos partes: una él no ser la causa de un trauma y la segunda no tener algún hijo antes del matrimonio, irónicamente mi destino se presentaba diferente a mis suposiciones.

1 comment:

Ing. Cardioide said...

¡AAAAAH! Espero impaciente su siguiente post para saber qué pasó con ese hijo... De verdad que estoy intrigado! jajaja...

Muchos saludos, gracias por la visita a mi blog y seguiremos al pie del cañón viendo qué más pasó...

Lalo.

PD: Espero ir pronto a Tlaxcala :)