Wednesday, February 15, 2006

Sólo un...Despertando (6a Parte)

La enfermera entró a la sala de terapia intensiva, creyó escuchar un pequeño quejido, rápidamente se acercó a la cama y… ¿Carlos, Carlos, despierta, ¡vamos, vamos, haz un esfuerzo!- Unos pequeños movimientos de los parpados; acompañados de apagados sonidos de la garganta y nuevamente regresó el silencio -Carmen, la enfermera corrió a dar aviso al doctor- ¿Que creé?, el paciente de la cama 5…- ¡Que buena noticia!, realmente me sorprende, después de estos 15 días, llegué a pensar que no “regresaría”, bueno, le encargo que esté pendiente y cualquier cosa me informa a la brevedad- Sí doctor, con mucho gusto - ah, y por favor de aviso a su familia, les dará mucho gusto conocer la noticia- Sí doctor-

Carmen de inmediato se comunicó a la casa- ¿Doña Lupita?- Sí ella habla- Señora, hablamos del hospital- ¿Qué pasó?- Contestó espantada Lupita- Nada señora, sólo es para informarle que su hijo hace unos minutos mostró algunas señales de recuperación, fue sólo unos instantes; pero al parecer en poco tiempo podrá despertar- ¡Muchas gracias!, le agradezco su atención, en unos minutos estoy por allá- Lupita no cabía en sí de gusto, era la mejor noticia que recibía en mucho tiempo, llamó por teléfono a la oficina, tomó la agenda de la mesita; e hizo varias llamadas a los amigos de Carlos, le urgía comunicarles la nueva noticia; para salir a toda prisa hacía el hospital.

Al entrar, Lupita se encontró con un grupo de personas impacientes en la sala de espera, saludó a todos, unos conocidos otros no, pero era lo de menos, a todos los tenía ahí la misma razón. Se dirigió a la sala de terapia intensiva- Hola señora que bueno que llega, su hijo ya está recobrando el sentido, acabo de estar con él- ¿Puedo entrar a verlo?- Sí, pero no le haga muchas preguntas, ah y recuerde sólo pueden estar dentro dos personas- Sí señorita gracias-

Carlos con dificultad abría un poco los ojos, que al igual que todo su rostro estaba bañado en lágrimas - …Mira…está…nue …vo, no lo he usado…- ¡Despierta hijo, estás soñando!, ¡despierta por favor!, aquí estamos contigo- Como si tuviera una loza en los parpados, al escuchar a Lupita; abrió lo más que pudo los ojos- ¡Papá¡ ¡Mamá! ¿Dónde estoy?- El impacto recibido en los ojos al contacto visual con la luz, provocó que nuevamente los cerrara- ¡Hijo, hijo no te vayas!, ¡no otra vez! -Dijo Don Carlos, con voz angustiada- ¡Papá, papá eres tú!- Sí hijo, no te duermas por favor- Carlos, aún no sabía que pasaba, trataba de entender; nuevamente y entre abrió los ojos - Papá, ¿estoy muerto?, ¿porqué está aquí mi mamá?- No, hijo ahora estás más vivo que hace unos días- Pero…¿no estoy soñando, verdad?- No, hijo, gracias a Dios -Dijo Lupita y agregó- Pero descansa hijo, ya habrá tiempo para comentarte lo sucedido- Si, por ahora descansa- Sí papá…los quiero mucho- Se fue quedando dormido, viendo los monitores que tenía frente a él.

Don Carlos y Lupita, luego de comentar lo sucedido con los amigos de Carlos se despidieron. Iban felices, pues apenas unos días antes el doctor les había dado muy pocas esperanzas- Mi amor, quiero ir al templo para darle gracias a Dios - Pues vamos, aprovecho que me dieron permiso en el trabajo toda la tarde - dijo don Carlos-

Luego de asistir al templo, decidieron ir por Arturo y Mary a la preparatoria, la noticia no podía esperar más- Con lágrimas en los ojos les dijeron lo que pasaba y Ambos brincaron de alegría al escuchar la nueva- ¿Cuándo sale del hospital?- Preguntó Arturo- Aún no sabemos, no nos dijeron; pero seguramente estará unos días más… hasta que se recupere- ¿Y se recuperará del todo?-Preguntó Mary- Tampoco lo sabemos, todavía es muy pronto, pero espero que sí hija -Dijo un tanto melancólica Lupita-

Y todo por esos “amiguitos” que se carga -Pensó “en voz alta” Lupita- No, yo no creo que ellos sean los únicos responsables del accidente, Carlos ya está grande para saber lo que debe hacer y lo que no- Dijo don Carlos - Pues sí, pero ve, si no se juntara con esos viciosos; no le hubiera pasado nada- Quien sabe, nadie lo podría asegurar mi amor- Bueno pero estás de acuerdo que existen riesgos innecesarios- Sí claro, en eso tienes toda la razón- En fin, lo importante es que se está recuperando, seguramente está tremenda experiencia le ayudará a madurar.

Carlos, era un joven inquieto, hacía 15 días que había cumplido los 20 años de edad, motivo suficiente para reunirse con sus amigos después de salir de la universidad, donde estudiaba el 4º. Semestre de Administración de Empresas. Había recibido siempre el buen ejemplo de sus padres, sin embargo, desde hacía escasos dos años, al ingresar a la universidad, su conducta había cambiado considerablemente. Después de haber sido el hijo respetuoso y responsable, ahora era lo contrario. Con frecuencia, en compañía de sus amigos salían de la clase para realizar reuniones en un pequeño departamento de uno de ellos, mismas que terminaban en bacanales y orgías, desde luego, Carlos decía en su casa que continuamente debían trabajar en equipo las tareas de la escuela. Don Carlos y Lupita siempre le habían creído, nunca imaginarían que su hijo les mentía en algo tan importante.

El cambio de Carlos no sólo se reflejaba en sus calificaciones, que habían bajado considerablemente. Claro, cuando era cuestionado, siempre existía un profesor a quien no le caía bien o el infalible argumento, “Lo que pasa es que este semestre ha sido uno de los más difíciles”.Se portaba muy agresivo con sus papás y hermanos, Pero demasiado accesible para con sus “amigos”, inclusive a la menor insinuación de rechazo a algunas conductas que presentaban, él buscaba una respuesta que los justificara, por ejemplo si llegaban a buscarlo y evidenciaban que habían tomado algunas copas de más –“Lo que sucede es que ustedes son muy anticuados, nosotros somos jóvenes, es normal que nos divirtamos de vez en cuando”

De hecho, la relación con sus hermanos era muy fría, los consideraba aún muy inmaduros y tontos, los criticaba cada vez que tenía oportunidad en compañía de sus amigos, mofándose -“todavía son unos niñitos mimados de mami” -provocando las risillas de los presentes y por su parte sintiendo un mayor nivel en el estatus dentro del grupo -

Quince días antes, con motivo de su cumpleaños Pedro y Ramiro, dos de sus compañeros de aventuras lo invitaron a dar una vuelta, bueno ese fue el argumento para pedir autorización a sus papás, sin embargo, el plan era ir a visitar un antro y después continuar en el departamento de Pedro, lugar de sus reuniones- Pero hijo, queríamos que partieras tu pastel aquí con nosotros- Le decía Lupita- No mamá, discúlpame pero eso de los pastelitos a mi ya no me llena, prefiero irme a divertir con mis “cuates” (amigos)- Bueno hijo pero no quiero que llegues muy tarde, recuerda que hay muchos peligros -Ya papá, no puedo quedarme siempre en la casa para que no me pase nada, que tal si me resbaló en el baño y ahí me quedo, además debo correr mis propios riesgos- Está bien, pero cuídate, no vayan a tomar mucho y recuerda que están vendiendo puras bebidas adulteradas- No te preocupes, acá Ramiro es todo un conocedor- dijo esto con una risilla de complicidad; mientras subían al carro de Pedro.

Llegaron al lugar, el tipo de la puerta de inmediato los reconoció y autorizó la entrada, eso obviamente los hacía sentir “hechos a mano”, es decir especiales, de primera- Oye amigo traite una botella de tequila, pero de volada (pero rápido), porque traemos sed- Le ordenó Ramiro al mesero- ¿De cual? – Cabrito reposado o Don Julio, es más, de lo mejor que tengas, porque estamos festejando el cumple de mi cuate -Ya se tardaron las “viejas”- comentó Pedro- ¿Que viejas?- Preguntó Carlos intentando lo vieran sorprendido- Unas chavas (muchachas) que luego nos van a acompañar- ¡Que buen plan, ustedes si son mis amigos!, ah, pero desde luego me toca la mejor, porque es mi cumpleaños- Tranquilo, ya veremos si como roncas duermes(ya veremos a ver si es cierto)- dijo Ramiro.

Una hora más tarde y menos de media botella, Pedro cambió el tema sobre política, que hacía buen rato discutían -¿Saben que?, no van a ponerse de acuerdo, mejor voy a ver que pasa, a lo mejor las chicas llegaron y están en otra mesa -Órale, pero no te vallas a quedar por allá- Contestó Ramiro y Carlos sólo asintió con la cabeza y lo siguió con la mirada, alcanzó a ver que algo platicaba con un tipo alto de traje y lentes oscuros- ¿Oye Ramiro quien es ese, con el que está Pedro?, ¡no le estará echando bronca! -No tranquilo, si vemos que algo raro entonces vamos- Carlos busco con la mirada nuevamente a Pedro pero ya no estaba, en eso Ramiro lo sacó de sus pensamientos -Voy al baño, ya me está haciendo digestión tanto refresco- Órale…oye espera yo también voy, “un mexicano nunca va sólo”-

Pedro, desde atrás de una columna; había estado esperando la oportunidad para acercarse a la mesa, le había comprado droga al tipo de los lentes obscuros, el plan estaba en marcha, Ramiro debería asegurarse de que Carlos no se enterara, regresando hasta que Pedro disolviera en el vaso de Carlos la droga y nuevamente se retirara.

Pedro y Ramiro, siempre le insistían a Carlos que probara, pero nunca había aceptado, por lo que se habían puesto de acuerdo - Está vez la va a probar a como de lugar- Se va a llevar una “sorpresita” cuando se de cuenta ya estará viajando- Había comentado Ramiro.

Pedro, vio el servilletero de la mesa de costado, entendió la señal, todo estaba listo, él y Carlos regresaron a sentarse- Salud, por esos “20 abriles”- Dijo Pedro chocando su vaso contra el de Carlos- Salud amigo- Unos cinco minutos más tarde, Ramiro regresaba- ¿Que paso Pedrito?, te perdiste por un buen rato- Calma Carlitos, calma, lo que pasa es que me encontré con Silvia, ya sabrán no quería soltarme pero que se descuida y que me le escapo- Decía esto en broma, con una pose de galán –Sabes… me siento muy raro, cabr.., no se que le pusieron a esta madr…- Tranquilo, mi Carlos, te mandamos a un viajecito gratis- Comentó Ramiro, al tiempo que le pasaba el brazo por los hombros- Ahora si se pasaron, me siento mal, mejor vamos al departamento para que se me pase-

Salieron del lugar, Carlos iba como pisando sobre nubes, sentía un sudor frío en todo el cuerpo, nauseas y dolor de estómago.- Oye pedro, este guey si está mal, métele el acelerador, llegando al “depa”. Lo acostamos.

Ramiro también se había drogado, sin embargo el efecto en él era distinto, sólo una especie de ansiedad y hormigueo en el cuerpo. Pedro alcanzó a ver la luz ámbar del semáforo, no le importo y hundió el acelerador al fondo, perdió el control del volante al esquivar a un carro que cruzó la calle, se escuchó el rechinar de llantas y un fuerte ruido, chocaron con un poste de luz a más de 100 kilómetros por hora. En medio de una gran humareda, Ramiro salía arrastrándose, con una fractura expuesta en la pierna, Pedro había muerto en el instante, se había desnucado por el impacto, quedando recostado en el volante, mientras que Carlos a unos metros del carro se encontraba tendido en la banqueta.

Carlos a lo lejos pudo escuchar la sirena y ya no supo más. Llevaron a Ramiro y a Carlos al hospital- ¿Que les paso?- Le preguntaba un oficial de la policía a Ramiro- ¡Ay me duele mucho!, no se señor, creo que se nos atravesó un carro y para no chocarlo nos “estampamos”- ¿Cómo están mis amigos?- Uno murió y el otro no creo que viva, está en coma, según el informe inicial -¡Murió!, ¿Quién, quien se murió? –El que venía manejando-¡Ramiro!, no, no puede ser, ¡porque Dios mió!- Gritaba desesperado- Tranquilo, trate de calmarse; necesito que me dé los números telefónicos de sus amigos -Poco después hizo efecto el calmante que le suministraron y se quedó dormido.

Desde el hospital dieron aviso a los familiares de cada uno, Don Carlos y Lupita acudieron de inmediato, luego de que les informaron sobre el estado de Carlos, Lupita no pudo contenerse un grito desgarrador se escucho casi en todo el hospital -Carlitos, hijo…Dios mió ayúdame – Don Carlos, con los ojos cubiertos de lagrimas, firmaba la autorización para que pudiera ser intervenido quirúrgicamente- Sálvelo doctor, sálvelo por favor- Vamos a hacer todo lo posible, pero no le aseguro nada, su hijo llegó en estado de coma, trae varias costillas rotas y fracturas en brazos y piernas pero lo más delicado es el fuerte golpe en la cabeza y que al parecer consumió alcohol y drogas- ¿Drogas?, No, no puede ser él no consume droga- Pues está por confirmarse, lo más seguro es que la prueba resulte positiva.

Carlos no sentía dolor, revivía algunos pasajes de su niñez. El subconsciente estaba trabajando, como cuando uno duerme. Algo le hacía ver que no era correcta la forma en que en los últimos dos años se había comportado. Se había olvidado de los valores que siempre le inculcaran sus papás. Ahora en medio de su inconsciencia se le revelaban en diferentes maneras, se sentía culpable y “decidía” que fuera domingo e iría a misa, viéndose a la edad de 6 años, cuando comenzó a comprender la existencia de un ser súper poderoso.

También sentía el mismo sentimiento de culpa para con sus hermanos y “dirigiendo” nuevamente el “sueño”, se veía compartiendo sus juguetes y protegiendo a su hermano de ser atacado por los animales. Sin embargo, no siempre podía “decidir” lo que pasaría en el “sueño”. Vio como su padre era apuñalado por la espalda para quitarle sus pertenencias. El subconsciente parecía decirle, tú estás haciendo precisamente eso, “lo atacas” por la “espalda”, le mientes y sangras económicamente.

Durante los 15 días que Carlos se mantuvo en estado de coma, “repasaba”, como pesadillas” muchos detalles vividos. Días después, aún dentro del hospital, una vez consciente, comenzó a recordar cada uno de ellos; tratando de entender su significado.
Habían transcurrido treinta días desde el ingreso de Carlos al hospital, el doctor había autorizado su “alta”, Regresaría a convalecer en su domicilio.

1 comment:

Ragdeg said...

Hola padrino!!
Sabes tiene varios meses que vengo leyendo tu blog, aun no termino y considero hacerlo...
Ya lei todo lo que corresponde a tu historia. Es muy interesante, demasiado y muy valioso q la compartas con otra gente. Muchas gracias por hacerlo.
Muchas anecdotas ya las habia escuchado pero pues de forma muy light y solo la parte bonita, y sin tener el contexto completo, "q si tu tío Hector era seminarista, q si le partio la m.. a alguien en su juventud, etc, etc" Que vistas así parecen hasta padres y divertidas, pero viendo el panorama completo, pues uno puede ver la realidad de las cosas, q muchas fueron muy pero puy dificiles para la edad en que las viviste.
A través de tus narraciones he conocido un poco mas de mi propia familia, mis origenes y entendido algunas cosas de mi propio entorno.
Y ahora tambien entiendo algunas cosas de mi propio caracter, gustos y aficiones...
De la misma manera han servido de ejemplo y de motivación para superarme y ser mejor cada día.
Nuevamente gracias, por abrir tu vida, intimidad y corazon para compartirlo, no creo q sea fácil.

Un fuerte abrazo y saludo para ti, mi tía y mis primos!!!